
Se considera gatitos huérfanos a aquellos que carecen de atención materna suficiente para sobrevivir, entre el momento del nacimiento y el destete, aunque la madre continúe viva y saludable.
En estas circunstancias es preciso satisfacer las necesidades fisiológicas que normalmente brinda la madre, y que son: humedad, nutrición, inmunidad, aseo, seguridad y estimulación social.
Esta tarea puede estar a cargo de una gata nodriza o de una persona que deberá velar por las necesidades del gato.